Los complementos que utilizamos en cualquier actividad física tienen una vida determinada. Esto mismo sucede también con las palas pádel ya que, todas ellas tienen un límite según las características de nuestro juego. En este post hablaremos sobre cuáles son los factores determinantes en la vida útil de una pala de pádel.
¿Cuál es la vida útil de una pala de pádel?
Las palas de pádel, a diferencia de las raquetas de tenis y otros deportes similares, tienen una vida útil en óptimas condiciones más limitada. La vida útil de una pala de pádel, sin perder prestaciones, es de aproximadamente un año.
Por supuesto que puedes jugar con ella pasado ese tiempo, pero la goma de la pala comenzará a ablandarse y perder propiedades elásticas.
¿Cada cuánto hay que cambiar de pala?
Dependiendo de factores como las condiciones climáticas donde juguemos, la frecuencia de partidos, nuestro estilo de juego y, especialmente, el cuidado que tengamos de la pala, podremos acortar o alargar la duración de una pala de pádel.
¿Las palas de pádel se rompen?
Las palas de pádel, están diseñadas para que soporten los golpes de la bola, de ahí que, a no ser que vengan con un problema de fábrica, no se vayan a romper al golpear la pelota.
No obstante, hay que tener en cuenta que un jugador corpulento que apriete mucho los remates, deberá jugar con una pala lo suficientemente dura como para aguantar la fuerza del golpe, ya que una pala con goma blanda sería más propensa a romperse. De ahí que sea importante un buen asesoramiento a la hora de comprar una pala.
¿Cómo mantener en buen estado tu pala de pádel por más tiempo?
A continuación, daremos una serie de consejos para garantizar maximizar la vida de nuestra pala:
Cuida el agarre
Tener un grip y overgrip de buena calidad es fundamental para un correcto desarrollo del juego. Se debe cambiar el overgrip cada poco tiempo, para que no te resbale nunca la pala y usa el número necesario de overgrips para poder coger la pala bien sin apretarla excesivamente.
Protege el marco
Las palas sí suelen romperse con los impactos que sufre el marco. Estos impactos hacen que la fibra de vidrio o el carbono se deteriore y la estructura pierda su fuerza.
Una buena manera de protegerlo es comprando un protector de pádel para ponerlo en esa zona y que nos ayude a reducir los posibles golpes en esa zona, pero hemos de saber que esos protectores nos añadirán unos 10 gramos de media al peso de la pala y subirá el balance de la misma ligeramente, haciendo que la pala sea menos manejable.
Atento a las temperaturas
Hemos de tener cuidado si jugamos en invierno en exterior, debemos secar la pala antes de guardarla para que las gomas no cojan humedad.
Si eres de los que deja la pala «suelta» en el coche todo el día para luego jugar de tarde, cometes un gran error. Los materiales de los que está compuestos las palas, sufren variaciones según la temperatura a la que estén expuestos.
Recomendamos el uso siempre de paleteros para guardar la pala, a poder ser con bolsillos térmicos, para resistir mejor a las temperaturas.
Los golpes innecesarios
Evitar golpes innecesarios es la mejor forma de proteger el marco de una pala. Entre los golpes innecesarios más habituales podemos destacar:
- No levantes la bola del suelo con la pala para hacerla subir ya que esto es muy probable que dañe el marco.
- Evita golpearte con la pala en las rodillas, palmas u otras zonas.
- Procura tener una buena comunicación con tu compañero para evitar golpes entre palas que suelen ser trágicos.
- No pagues con la pala tus errores en el juego lanzándola o golpeando la pared, verja o suelo con la misma.
Siguiendo estos consejos, conseguirás mantener tu pala en el mejor estado.
Indicaciones fin de la vida útil de una pala
Existen algunos síntomas evidentes para saber con exactitud cuándo cambiar la pala de pádel:
- Cambios de coloración
- Demasiadas vibraciones al golpear.
- Grietas o muescas en el marco.
- Perdida en la potencia.